En relación con la educación mucho se ha comentado sobre la forma de dirigir u orientar el crecimiento de los niños y de acuerdo a esta idea se tiene la creencia que a todos se les debe educar de la misma manera. Sin embargo no todos los niños aprenden igual, ni reaccionan de igual modo frente a diversas situaciones de la vida o estímulos.
La vida sedentaria de las personas mayores es un factor de gran influencia en los hábitos o estilos de vida de los menores, por esta razón es importante que los padres tomen medidas en relación con el crecimiento de sus hijos. Desde muy temprana edad el cuerpo de los niños demanda realizar actividades como saltar, correr, nadar, y el residir en una ciudad no siempre facilita este tipo de espacios para el deporte y la recreación. Sin embargo los niños reciben muy bien la idea de practicar alguna clase de deporte u otro tipo de entretenimiento que ellos prefieran.
La elección de un deporte debe ser una libre y voluntaria decisión del niño, es él quién disfrutará de la práctica de las actividades físicas que piensa realizar y sin presión alguna. Lo más común es que los niños realicen un deporte en especial motivados por sus amigos, el ambiente que los rodea y los medios de comunicación, entre otros factores. El deporte aunque es considerado por muchos una afición para desarrollar en el tiempo libre, desconocen los verdaderos beneficios que trae para el crecimiento físico y mental de los niños. Además les ayuda a los pequeños a lograr una integración social y a obtener valores primordiales, y a eso se le pude añadir en relación con el aspecto físico, el correcto desarrollo de sus huesos y músculos.
Todos alguna vez hemos sido testigos de escenas de niños malcriados que arrojan arena a sus compañeros en el parque o el niño que entra en llanto porque sus padres no le compran un juguete que le ha gustado en el supermercado o simplemente la niña que grita en el restaurante porque no siente deseos de comer.