niños optimistas

¿Cómo inculcar el optimismo en los niños?

El optimismo en una actitud frente a la vida que también se aprende de la misma forma que otras cualidades como la confianza, la perseverancia, entre muchas otras. El optimismo, de la misma manera que la esperanza, es la habilidad que uno obtiene y posee de esperar constantemente lo mejor. Consiste en una de las virtudes más positivas que es posible enseñar a los niños. Ser una persona que irradia optimismo es lo contrario a ser un pesimista.

¿Qué podemos hacer para formar a los niños en el optimismo?

Tener una actitud optimista está de moda. La frase “Yo puedo” es cada vez más universal y es una postura frente a la existencia que es conveniente para conseguir los objetivos y hacer posibles todas nuestras metas. Es confiar en que todo va ha salir bien en la vida. Si anhelas que tu hijo sea un ser humano optimista, es recomendable que:

1. Dar ejemplo. Su comportamiento es lo que verdaderamente valdrá la pena en este proceso de formación positiva.

2. Práctica el buen sentido del humor con tu hijo. Juega y diviértete con él de las situaciones más simples de la vida como si le estuvieras haciendo cosquillas o narrándole chistes. Hay gran diversidad de formas para motivar el buen humor en los niños. El buen humor incrementará su autoestima.

3. Educa a tu hijo para que sepa dar las gracias por el alimento de cada día, por contar con una familia, compañeros, por la posibilidad de festejar los cumpleaños, entre otros.

4. Expresa a tu hijo que los amas no solo con palabras, sino que al mismo tiempo se lo demuestres con gestos y sorpresas. Un niño que se siente amado posee más posibilidades de ser optimista.

5. Resalta las buenas acciones que realiza tu hijo. Esa es la mejor forma de ir consolidando el sentimiento de triunfo en él.

6. Educa a tu hijo a combatir el desgano y el pesimismo. Aunque todo indique que no es posible, es indispensable confiar en que sí.

¿Por qué es importante ser optimistas?

El optimismo es una actitud que produce ventajas como a la vez evita dificultades en la vida de los niños. Al formar a un niño seguro y alegre se consigue:

1. Un niño más confiado
2. Dominará sus expectativas
3. Eliminará la apatía y el tedio
4. No incurrirá en la angustia por cualquier situación
5. Poseerá menores posibilidades de padecer de ansiedad o depresión frente a los problemas.
6. Será un ser humano más tranquilo y flexible.
7. Será un niño alegre y emprendedor en sus actividades

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