Prevenir las infecciones de oído en los bebés

Cuando un bebé llora y hala de sus orejas, los padres deberían empezar a sospechar de una infección de oído. Cuando los bebés presentan infecciones, pueden estar inquietos y además tener fiebre. Hay algunas precauciones que los padres pueden tomar para ayudar a su bebé a superar todos los sintomas, pero lo más importante es recordar que siempre se debe consultar a un médico pediatra cuales son los pasos a seguir si la infección se presenta.

Cómo prevenir las infecciones de oído en los bebés
Uno de los puntos más importantes para prevenir las infecciones de oído en los bebés  es amamantar a su pequeño hijo durante los primeros seis meses de su vida. Los bebés tragan más aire al usar un biberón, y los médicos piensan que esto contribuye a las infecciones del oído en ellos. Si por cualquier motivo usted no puede ofrecerle leche materna a su hijo y lo alimenta por medio de un biberón,  sostenga a su bebé en un buen ángulo de inclinación en lugar de permitir que él se acueste por completo.
Evite exponer a su bebé al humo del cigarrillo. El humo del tabaco se ha demostrado que aumenta el número de infecciones de oído en los bebés. De igual forma, siempre será bueno aclarar todas las dudas que tenga sobre el cuidado infantil si usted es un padre fumador, y para ello, el profesional más indicado es el pediatra.
Otra manera de prevenir las infecciones de oído en los bebés es simplemente practicar una buena higiene general. Los gérmenes pasan de una persona a otra por un simple contacto. Enseñe a los demás niños de su hogar a lavarse las manos antes de jugar con el bebé, y además recuerde que los padres deben lavarse las manos siempre que van a alimentar, cambiar de ropa o jugar con su pequeño hijo. Existen toallitas diseñadas específicamente para la sensible piel del bebé, las cuales siempre se encuentran en la sección infantil de su supermercado local.
Vacunar su bebé a tiempo también ayuda a prevenir las infecciones de oído. Pregúntele a su médico acerca de la vacuna antineumocócica conjugada conocida como PCV7. Los estudios médicos han demostrado que dicha vacuna puede prevenir las infecciones de los niños más pequeños.

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