Los padres, maestros y otros adultos que trabajan con los niños son a menudo entrenados para detectar signos físicos de abuso, incluyendo moretones inexplicables, falta de higiene, la auto-mutilación, y similares. Sin embargo, cualquier cambio en el comportamiento de un niño también debe ser considerado como un posible signo de abuso. Sigue leyendo
