orden en los niños

¿Cómo enseñar a los niños a ser ordenados?

La gran mayoría de los padres anhelan que sus hijos se conviertan en personas ordenadas. El orden es una virtud indispensable para convivir en familia de manera tranquila y placentera.

Existen niños que desde muy pequeños practican el orden. No obstante, en otras situaciones el deseo de los padres se ve frustrado. Dentro de las cualidades que los padres deben enseñar a sus hijos, el orden es útil como fundamento para obtener otros valores primordiales.

Consejos para fomentar el orden en los niños

Durante la primera etapa de crecimiento en los niños es de vital importancia fomentar el orden. El diseño de rutinas o hábitos a la hora de comer, en la higiene personal o en los estudios contribuirán en la organización responsable del niño.

Otra de las ventajas que trae el ser ordenados es que se transforma en una necesidad esencial para el niño, lo que le permite ejercer cierto control en relación con el ambiente o espacio que lo rodea y además le aporta estabilidad.

Antes de planear una serie de rutinas para todos los días del niño es conveniente tener presente que los propósitos que se desean obtener deben ser verdaderos y progresivos de acuerdo a la edad del menor. A la vez que es necesario identificar privadamente el avance y el esfuerzo del niño, ya sea por medio de reconocimientos o premios a su labor.

Los hábitos con actividades vinculadas son muy relevantes para que el niño asocie cada situación del día con las labores que debe realizar. Por ejemplo, en el momento en que regresa a casa de la escuela el niño debe saber que lo primero que debe hacer es cambiarse la ropa que trae puesta por otra, después lavar sus manos, prosiguiendo con ayudar a poner la mesa y finalmente sentarse a comer. Esta clase de costumbres le ayudarán a reflexionar sobre la organización que lleva en su propio estilo de vida, lo que terminará haciendo sin mayores esfuerzos.

Sin embargo el menor, como integrante de la familia, debe reconocer que al mismo tiempo posee compromisos según su edad y habilidad. Está en capacidad de ayudar a los padres en la labores del hogar, de este modo aprenderá a trabajar en grupo y a colaborar en el hogar desde sus primeros años de vida.

La convivencia y la tranquilidad familiar requieren de este mínimo sacrificio para establecer el orden en nuestra vida. Esta modificación es de gran utilidad para formar a nuestros hijos pensando en su futuro y por otro lado para hallar la paz y la armonía indispensables en el núcleo familiar.

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